sábado, 15 de febrero de 2014

Salida amarga



Me encuentro sola. Una habitación oscura.
Quiero salir de ella, ¡quiero ser feliz!
Pero no puedo, no tengo la llave.
Remordimientos y culpabilidad me rondan por la cabeza.
¿Por qué la tuve que perder? ¿O acaso me la robaron?
Sea lo que sea, no la encuentro por ningún lado.
Estoy encerrada.

Veo una ventana. Decido salir por ella.
No será lo mismo que pasar por la puerta;
Pero al menos me mantendrá a salvo durante un tiempo.
Y allí estarán ellos, con los brazos abiertos, esperándome.
- Ten paciencia, encontrarás la llave. - 
Eso me consuela, pero no me hace del todo feliz.
No hasta que no la encuentre.


8 de Abril del 2011



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