Cuándo creía que las verticales iban de arriba a abajo y las horizontales de lado a lado,
cuándo se suponía que el mar era azul como el cielo y el fuego rojo como el sol.
Me doy cuenta de que hay algo más allá.
Y entonces empiezo a creer en la posibilidad de su existencia,
o quizá simplemente es algo que creo pero que no es así.
Y entonces...
Me siento vulnerable, indefensa, dolida.
29 de Junio del 2014
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